Mi alma gemela (Mo anam cara) - Caroline March.

¿Será capaz Alicia de enfrentarse a todo por conservar al hombre al que ama de forma tan desesperada?
Alicia tiene una vida cómoda. Demasiado cómoda, pero tampoco tiene tiempo de pensar en ello... hasta que un día aciago, en un repentino e inesperado accidente fallece su mejor amiga, dejándole como recuerdo un misterioso regalo: una promesa que debió cumplir cuando ambas tenían dieciocho años. Deberá partir rumbo a Irlanda para encontrar lo que había perdido. Pero ¿realmente había perdido algo Alicia?
Por los avatares del destino, acaba en un pequeño pueblo de las Highlands escocesas, junto al lago Ness, donde descubrirá que su vida, tal y como existía, ya apenas tiene sentido.
Y por fin encuentra lo que había perdido… A ella misma y su capacidad de amar más allá de los convencionalismos establecidos por la sociedad.
Caroline March ha sido la ganadora del II Premio HQÑ con su libro Mi alma gemela (Mo anam cara). Una novela sobre la importancia de las segundas oportunidades y el valor para afrontarlas y asumirlas. Por sus páginas se pasean personajes reales y cercanos que nos conmueven; no es una historia más, es una novela para disfrutar y llenarnos de optimismo.

   Primera novela que leo de la autora y no será la última.

   Con "Mi alma gemela", Caroline March nos lleva de la mano a las Highlands, en un emotivo viaje que nos hará meternos en la piel de Alice, su protagonista.

   Es una novela de reencuentros, de segundas oportunidades, de la necesidad de rehacer una vida sobre las cenizas de otra que se ha quedado desfasada y que ya no nos llena. A veces, por necesidades del guión nos vamos diluyendo como personas y sin darnos cuenta nos adaptamos al camino que nos marcan los demás, y este libro nos envía un mensaje: ACTUAR. Su lectura contiene una buena moraleja de cómo hay que proceder cuando eso ocurre, al igual que le sucede a Alice: Primero hay que ser conscientes de lo que hemos dejado atrás y después, ser valientes, romper con todo y volver a tus raíces. 

   Las formas de esta autora son tremendamente cercanas. A pesar de la extensión de la novela, unas trescientas setenta y cinco páginas, se lee fácil pues su estilo es fresco y sencillo. Sencillo que no fácil, no es que carezca de vocabulario o que su lectura sea plana, es simplemente que es amable y te hace correr por sus líneas casi sin sentir, aunque, a mi modo de ver, sobre todo la parte final, tiene un exceso de escenas "gratuitas" que se podían haber sintetizado y que no hubieran variado para nada el mensaje del libro.

   Lo mejor: Alice, o Alicia, claro, aunque me gusta lo que lleva detrás ese cambio de nombre por su acepción inglesa. Es un personaje rico y complejo, al que además logras llegar a entender y creer.   También me quedo con toda la parte costumbrista que la autora nos muestra en las Highlands.
   Lo que me ha chocado como lectora: Qué haya tantos contratiempos, que nunca parece que todo se va a solucionar, que a cada paso se dé uno atrás. Aunque he de decir que la autora lo resuelve bien, pero es un riesgo que no siempre debemos correr porque nos coloca en situaciones un tanto forzadas.

   En definitiva, un libro muy emotivo lleno de momentos que te tocan el alma.