5/6/18

Nadina o la atracción del vacío - Marisa Sicilia.

Hace tiempo que no reseño y me siento un tanto torpe (e insegura). Cuando algo es asiduo, las conexiones en tu cerebro se multiplican y todo resulta más fácil, pero si lo vas postergando... Y es que si no os traigo novedades al blog no es porque no esté leyendo, sino porque me cuesta encontrar lecturas de este género (tengo empacho de novelas copia-pega y personajes que olvidas tan pronto has cerrado el libro) y estoy volviendo a viejas costumbres: leer de todo y descubrir otras cosas.
En fin, espero no quedarme a medias y encontrar el camino para contaros cómo es esta historia.


Pero, antes de comenzar, quiero darles las gracias a mis compañeras del club De viaje literario por su compañía virtual durante esta lectura. Es bonito y enriquecedor leer con otras personas y ver sus puntos de vista, siempre se aprende.
(Enlaces a sus reseñas al final de la entrada).



Y ahora sí, vamos con ella: 

NADINA o la atracción del vacío.


Harlequin Ibérica - Sello Top Novel
384 páginas (que fluyen entre tus dedos  ;) ).

ISBN-10: 8491708898
ISBN-13: 978-8491708896


Mathieu Girard es agente de los Grupos de Intervención de la Gendarmería Nacional, una unidad de élite francesa. Le gusta su trabajo y siente cierta atracción por el riesgo, que se empeña en negar y le causa problemas a la hora de mantener relaciones estables.
Es responsable y reflexivo y su situación afectiva no es su prioridad. En París y en situación de alerta máxima ante la amenaza de ataques terroristas, Mathieu deberá vigilar de cerca a Dmitry Zaitsev, un empresario ruso involucrado en negocios turbios que asegura que puede evitar que una letal partida de armas llegue a manos de los extremistas. Y también conocerá a Nadina.
Todas las señales le advierten de que no debe acercarse a ella, pero, cuando amas el peligro, eso no debería importar.

Si me pedís que en vez de hacer una presentación del trabajo de esta escritora a base de amontonar piropos elija solo una palabra, creo que me quedo con esta: impecable. Porque impecable es su detallada y cuidada documentación y ambientación; su elegante elección de palabras; el mimo con el que cuida sus historias y el trabajo que puede verse en ellas desde las primeras líneas. Todas y cada una de las novelas de esta mujer son un cúmulo de detalles bien escogidos, bien planteados y mejor desarrollados. Y aunque lo que cuenta puede tocarte más o menos el corazón —hablamos de sentimientos y aquí cada lector lleva su maleta de experiencias colgada a la espalda— hay que reconocer que en todas sus novelas te sorprende, te emociona y te descoloca.
En este sentido NADINA o la atracción del vacío no podía ser menos, sí algo tiene Marisa es que en ese giro de tuerca por presentar algo diferente, rara vez decepciona (a mi nunca, soy incondicional).

Y como estoy en baja forma y no quiero olvidar ningún punto a comentar, me vais a permitir que en vez de redactar un breve texto poético y emotivo sobre lo que he sentido al leer esta historia, me ayude con secciones para desgranar todo aquello que he visto (prometo no desvelar nada de la trama). No será una reseña bonita, pero al menos no tendré la sensación de haberme quedado a mitad.


La portada y el título.
Delicada, brumosa, algo etérea... como Nadina. Que te deja ver solo en primer plano algunas cosas, la imagen que cada uno proyecta, pero que tiene un fondo complejo, hermoso y desdibujado. Creo que pocas veces he visto una elección tan acertada.
Respecto al título, comentar que escuché en una entrevista decir a la autora que la editorial lo vio poco comercial, poco «romántico», y para nada. No solo es atractivo y diferente, algo que se agradece en un mundo lleno de demasiados clones, sino que es un anticipo de lo que vas a sentir mientras lees. Y me muerdo los labios para no contar más; me temo que para sentir el vértigo de caer vais a tener que leerla.

El trasfondo.
El terrorismo es un tema delicado, pero cómo afecta a los que lo sufren aún lo es más. Aquí la escritora se ha apoyado en hechos muy reales y cercanos en el tiempo que nos hacen nadar mar adentro y meternos en una historia que se puede tocar, todo se siente muy real. Debe haber sido todo un reto manejar los datos y creo que el resultado es perfecto, está ahí, acechando, pero la medida es la justa para no dejar a un lado la historia de amor. Si hay algo que me gusta de esta mujer es que no suele contar de más.

Documentación y ambientación.
Sé que me repito, pero no puedo pasar por alto este punto. Muchos datos, bien administrados (que es importante, porque si una historia satura de documentación te hace perder el hilo central) y bien contados. Es muy fácil pensar que estás en París y que podrías cruzarte con una mujer menuda, rubia y con el pelo corto en cualquier momento o que estás en trance bailando en una lujosa y exclusiva discoteca.

Los personajes.
Hay muchos secundarios, los que trabajan en Lumière, los que rodean a Mathieu... Unos tienen peso, otros casi nada, pero todos brillan en su puesto aunque apenas digan unas líneas. Lo que quiero decir es que no sobran, que no están de más (ni de menos) la historia requiere la presencia de todos ellos. Creo que aquí la escritora ha conseguido plasmar perfectamente sus diferencias: los mafiosos rusos, grandilocuentes y seguros de sí mismos, de los que hombres ciegos en la fe que creen que hacen lo correcto en nombre de su Dios, y de los que luchan contra todos ellos poniendo su vida en juego.

Creo que no podré volver a escuchar algo en ruso y no pensar en Dmitry, y es que este «antagonista» me ha marcado de alguna forma. Es un personaje complejo, controvertido, manipulador, que parece voluble aunque tiene una seguridad en sí mismo que asusta. Sí, es de esos «malos» que estás deseando que tenga más frases, que aparezca más veces. Y celebro que la escritora haya desvelado que va a tener su historia en un futuro, si no pierde su esencia va a dar mucho que hablar.  Como dije en el club de lectura, es de esos  personajes que se puede comer la historia si les dejas.

Los protagonistas.
A pesar de que pueda parecer un triángulo amoroso por la inclusión de Dmitry, no lo es, Nadina no duda.
Nadina y Mathieu son una pareja con el contrapunto perfecto. No tienen nada en común, pero sin saber cómo, encajan. Él es el hombre responsable, coherente, el héroe (si se me permite la palabra) que está dispuesto a salvar todo aquello en lo que cree, es el pilar en el que se apoyará el lector —aunque la novela está en tercera persona muchas escenas se cuentan desde sus pensamientos—, porque tanto Nadina como Dmitry son confusos, llenos de sombras y ambigüedades. Ella está sumida en un estado de desorden, es niña y vieja a la vez. Ha pasado por mucho, cosas que son demasiado como para comprenderlas desde una perspectiva de quien no ha vivido los horrores de la guerra. Quizá por eso no es fácil empatizar de primeras con ella, pero al avanzar con la lectura vas descubriendo sus miedos, sus recelos, la presión de la vida que lleva y te das cuenta de por qué actúa de ese modo. Es, quizá, el personaje más complejo de la novela, el que tiene más matices.


El ritmo.
Cada novela tiene su lenguaje y eso Marisa Sicilia lo sabe. En este texto, que es una historia que pasa por momentos vibrantes e incluso vertiginosos, nos ha empujado con sus palabras a sentirlos más intensamente alternando frases bien construidas, sinuosas, elegantes, con otras tan breves e impactantes como una bofetada. Chapeau! (que estamos en París y es lo que dirían los franceses). Además, en la novela se suceden escenas de mucha acción: hay tiroteos, velocidad, tensión... Y esa siempre presente sensación de caer.

El romance.
No es una novela centrada única y exclusivamente en los personajes, hay mucha trama alrededor de esa historia de amor, pero consigue no perder fuerza y mantenerse a lo largo de toda la historia. 
He leído algunas reseñas que tachan su relación como de instant love y que por eso pierde puntos el romance... Todo es relativo. Yo no lo veo así, es cierto que hay una fascinación desde el primer momento por parte de los dos, que están pendientes uno del otro, que se cruzan miradas, frases que pueden parecer bobadas de enamorados pero que están cargadas de sentido... 
«—Estás preciosa.
—¿De verdad?
—De verdad».
Pero aunque se gustan desde un primer momento, no es que intercambien un par de frases y hagan planes de boda o se juren amor eterno, no es así. Fascinación, deslumbramiento... El amor siempre comienza por un destello, por un querer saber más del otro, por sentirle cerca aunque no puedas o quieras mirarle, por decir algo que le haga volverse hacia ti y notar cómo se espesa el aire alrededor.

***

Y por todas estas cosas, creo que estamos ante una novela completa y redonda y, a pesar de estar a mitad de año, me parece que ya puedo afirmar que esta historia será una de mis lecturas estrella del género romántico de 2018. Con novelas así es fácil pensar que hay calidad de verdad, que la Romántica no es un género de segunda clase y que hay que descubrirse y decir con orgullo que así sí.


Para terminar, os dejo con la canción que pone banda sonora al booktrailer que realizó la escritora y con la que ha confesado haber escrito más de una página. Yo me quedo con Faded, creo que es «la canción», pero si os apetece saber más sobre el resto os dejo un artículo que la propia escritora nos ha dejado en su blog al respecto.
Enlace al blog - Cosas que hago por amor / La banda sonora de Nadina y otros detalles.




Y eso es todo. Espero que os animéis a descubrirla y que lo contéis, que hay que mostrar que el género puede apostar también por el buen hacer.




Otras lecturas de esta novela:
La vena romántica.
Mi biblioteca romántica.
El blog de Sara Lectora

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