8/9/17

Serie Historias de Bell Harbor 1 y 2 - Tracy Brogan


En Usa, Tracy Brogan es una autora conocida y reconocida: Finalista por tres veces de los Premios Rita (2013, 2015, 2016), ganadora del Diamond Award de Amazon Publishing. Ha sido traducida a varios idiomas y tiene todas sus novelas en las listas top de ventas.

Amazon ha querido traerla al mercado castellano parlante bajo su sello Amazon Crossing y, por el momento, han traducido: Mi segunda primera vez y Cómo encontrar al marido (im)perfecto,  ambas englobados dentro de la serie "Historias de Bell Harbor".













MI SEGUNDA PRIMERA VEZ (Historias de Bell Harbor, 1).


Finalista del premio RITA® 2013 a la Mejor primera novela.

Ganadora del premio Golden Quill 2013 de la Desert Rose RWA® al mejor título romántico.

Enamorarse por primera vez siempre es especial. Pero enamorarse de verdad, cuando te acaban de romper el corazón… ¡eso no te lo esperas!

Sadie Turner, perfecta esposa, madre y ama de casa, es una experta en poner orden. Pero cuando el caos invade su hasta entonces vida «perfecta», confía en que unas vacaciones de verano en la casa del lago de su tía, le ayudarán a reorganizarse. Sadie quiere relajarse, empezar de nuevo y curarse las heridas que le ha provocado su ex marido infiel. Eso requiere pasar una temporada lejos de los hombres. De todos los hombres.

Pero con dos perros babosos y dos primos chiflados viviendo en casa de la excéntrica tía Dody es difícil encontrar un momento de paz. Sobre todo porque todos están empeñados en que Sadie se empareje con Desmond, el nuevo, sexi y perfecto vecino.
¿Quién sabe? Tal vez un poco de caos sea exactamente lo que Sadie necesita para volver a poner su vida en orden.












CÓMO ENCONTRAR EL MARIDO (IM)PERFECTO. (Historias de Bell Harbor nº2)

¿Podemos encontrar el marido perfecto?
Evely Rhoades, cirujana plástica de prestigio, no busca marido; pero si lo hiciera, nunca dejaría que algo tan intangible como el destino o la casualidad determinaran con quién debería casarse. Seguir un método lógico, con criterios claros y a través de un portal de citas sería lo más adecuado…
…hasta que conoce a Tyler Connelly. Un hombre sexy y encantador, pero también un borracho, un transgresor y, lo peor de todo, su paciente.
¿Conseguirá Tyler demostrarle que las razones del amor no siguen el rigor científico? ¿Se entregará Evelyn a la (im)perfección?

No sé muy bien cómo empezar, hay cosas que sí, otras que no... En fin, a ver qué tal me sale.

Aunque soy un desastre y muchas veces empiezo las series por la mitad, esta vez las he leído por orden y seguidas. Eso suele ayudar a dar continuidad, mantiene frescas las historias anteriores y se evitan los spoilers, además de que se consigue tener una visión más completa del trabajo de un autor.
Con estos dos libros es casi indiferente el orden, los protagonistas del primer libro aparecen de forma efímera y no influyen en la segunda novela, aunque si no quieres enterarte de su actual situación, debes comenzar por la primera.

Antes he dicho que sí pero no, porque hay algún que otro detalle que me ha chocado al leerlas una tras otra, sobre todo en lo que se refiere a una uniformidad de criterios, a una globalidad. No sé, en el primer libro, Bell Harbor me pareció un lugar idílico de vacaciones. Un puñado de casas en torno a un lago, un pueblo tranquilo con pequeñas avenidas flanqueadas de olmos que en verano se llena de turistas y donde en invierno se quedan cuatro gatos. Al menos esa fue la sensación que me trasmitió la novela. Al leer el segundo libro acabé buscando Bell Harbor, Michigan, en Google porque la percepción del lugar me cambió del golpe. En la segunda novela el pueblo se convierte en una ciudad de provincias en la que todo el mundo cotillea y se conoce (eso continuó igual), pero que tienen su propia página de citas (donde curiosamente, los solteros allí registrados son perfectos desconocidos) y dos hospitales uno de ellos con un departamento de cirugía plástica. 
Ya, ya sé que me fijo en cosas rarísimas y que para otros no tendrá nada que ver para sentirse a gusto con una lectura, pero el caso es que cuando leo imagino los lugares a los que viaja mi mente y el cambio fue tan brusco de la primera a la segunda novela, que Bell Harbor me pareció un lugar desconocido, un universo distinto.

Los personajes me han gustado. Los he visto coherentes con su edad y su rol. Creíbles. Algunos, como Doddy, son algo surrealistas, pero incluso ella tiene cohesión. 
Además, hay muy buenos diálogos.

El humor.
Lo que me ha pasado con el humor no me resulta sencillo de explicar. Las dos son novelas divertidas, un poco al estilo de Kristan Higgins, pero, sobre todo en la primera, en algunas partes son tantas las comparaciones, los símiles que buscan la sonrisa, que se pierde un tanto el impacto e, incluso por acumulación, deriva en un lenguaje un tanto... recargado.
Siempre he pensado que es más difícil hacer reír que llorar.

La tercera de mis pegas va dirigida al tema: la búsqueda del marido. Sé que hablamos de otra sociedad, la americana, pero en los tiempos que corren... ¿no es un poco machista que las protagonistas estén tan obsesionadas con marido y niños? Bien, están influenciadas por la sociedad provinciana en la que viven, pero me suena tanto a cliché de los setenta. Qué sí, que es ficción, pero... algunas de las cosas que suceden se ven anticuadas y que tus amigos y familia se empeñen en que debes tener un hombre al lado no deja de verse poco real. Es como si llevaran escritas veinte años. 
Que conste que no tengo nada en contra de las bodas, de los relojes biológicos, de los maridos y los niños, es solo que a estas alturas lo veo demasiado manido y poco original. No sé, es como si me hablaran de temas demasiado pasados que ya no interesan en una historia escrita hoy (La primera de sus novelas es de 2013, no es tan antigua).

A pesar de todo esto que os cuento, los dos libros cumplen la misión de entretener y de hacerte pasar un buen rato. No te dejan el corazón en un puño, no te emocionan, pero son divertidos y perfectos para distraerte de un mal día. Y, además de dejarte esa sonrisa en la boca, están bien escritas y bien traducidas.

De primera impresión las portadas me gustaron, pero después de verlas todas juntas (las del mercado americano y las de aquí), empiezo a preguntarme si el diseñador padece algún tipo de fetichismo con tanto pie. 







4 comentarios:

  1. Hola!!
    no debería sorprendernos, USA, a excepción de algunas ciudades muy concretas es muy, muy conservadora (con todo lo que ello implica) solo hay que ver muchas de sus películas . Mal que me pese decirlo y a riesgo de que más de una me cuelgue... es uno de los problemas que me encuentro con autoras tan tan tan como SEP... sus protas me repatean a veces... y por eso intento leerlas muy espaciadas. Creo que no avanzo, pero eso es otro tema
    Sabes que soy amante de la histórica... así que no sé si al final me animaré con esta autora. Por cierto, gracias por hacerme conocerla, es otra de tantas a las que no tengo el gusto
    Un besote

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    1. Hola, Pepa! :D
      Cierto, cuanto más leo USA más me doy cuenta de que se imitan unas a otras y repiten temas. Supongo que es como todo, cada país tiene su... estilo (y su forma de ver las cosas). Y estoy contigo, mejor leerlas espaciadas. Leí un libro de Kristan Higgins y me entusiasmé, el segundo psche, aunque estuvo mono, pero el tercero lo dejé apartado. Demasiado iguales. Y están genial escritos pero...me resultó cansino.
      ¿Hay unas maneras a la española? Sería interesante estudiarlo :P
      Gracias, mil gracias por pasarte por aquí. Eres mi comentadora number one.
      Besos!!

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  2. hola,
    pues quizas me anime con estos libros, es un genero que me gusta y no me importaria disfrutarlos.
    besotes 💕

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    1. Gracias por pasarte, Serena.
      Nos vemos en De viaje...
      Besos.

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