Movida por algunos comentarios en las redes, hace pocos días propuse una pequeña encuesta en mi perfil de Facebook a modo de experimento. Quería saber hasta qué punto somos conscientes de lo que nos machaca a diario la publicidad y de si estamos conformes con ello.
El texto decía así:
Creo que estamos de acuerdo en que cuando un blog recibe un libro de una editorial no es un regalo. Es un: Yo te cedo el libro a cambio de presencia en las redes.
Y lo queramos o no, eso es publicidad encubierta.
Lectoras del mundo, ¿os gustaría que al inicio de una entrada en un blog, de un «unboxing» o de una foto de un estudiado bodegón... pusiera clarito que se trata de PUBLICIDAD.
Debajo del título, para que se vea bien.
No obtuve comentarios, salvo uno en el que se matizó el tema de las reseñas, pero cuando escribí el post, realmente me refería a eso. Quiero aclarar aquí que cualquier presencia en las redes: fotos, artículos, críticas, comentarios... que partan de un «regalo» —o para decirlo más claro, de un patrocinio por parte de una editorial o autor/editor— estarían dentro de mi enunciado.
Las respuestas eran básicas:
- Sí, con ello descarto los anuncios.
- Me da igual.
La participación no fue masiva, mi cuenta no tiene una gran repercusión, pero el resultado si es bastante significativo, al menos para mí. Todo el mundo coincidió en que querían la leyenda aclaratoria de que era un reclamo publicitario.
Sí, los consumidores (lectores en este caso) parece que lo tenemos claro. Lo malo es que el resto no. La triste realidad es que muchas veces quienes se promocionan, ni siquiera se dan cuenta.
La curiosidad me puede y he buceado en las redes para ver cómo está el marco legal en todo esto.
El primer artículo que encontré fue: ¿Quién vigila la publicidad encubierta que hacen la blogueras?, escrito por Margalida Vidal en el diario digital El español. (Al final tenéis enlaces de todo por el tema si os interesa).
La frase de inicio es muy clara: «Hacer publicidad sin avisar que se trata de publicidad puede ser delito».
La articulista nos explica que la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) es quien se encarga de vigilar y controlar estos casos en los «medios convencionales». No es que Internet sea un lugar donde vale todo, al parecer está regulado, pero no parece haber ningún organismo que vele por ello.
Otro artículo de título: La publicidad encubierta de las blogueras es delito en Estados Unidos, publicado por Beatriz Barral en 2016, en el periódico El País, nos avisa de que: «La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos asegura que la publicidad encubierta que hacen las blogueras es un delito si no avisan en sus publicaciones que están promocionando un producto». «Las reglas de la FTC dicen que los blogueros tienen que dejar claro que están siendo compensados (con dinero, productos gratis u otras ventajas) al apoyar o promocionar un producto» y han de hacerlo con las etiquetas #sponsored (patrocinado) o #ad (anuncio).
¿Qué sucede en España?
Un artículo de Prnoticias, de título: España, un paraíso legal para la publicidad encubierta de ‘influencers’, nos pone sobre la pista. «El celo de los reguladores en países como EEUU o Reino Unido a la hora de prohibir a estos influencers por difundir mensajes publicitarios sin advertir de su naturaleza, contrasta con la escasa sensibilidad con la que el tema se aborda en España».
¿Quiénes se benefician?
Otro artículo de El Confidencial, este más reciente, nos habla de las malas prácticas de algunos para colarte publicidad en sus publicaciones: Así se saltan la ley los famosos para venderte cosas en Internet sin que te enteres. Con semejante título creo que no hace falta que os aclare de qué va; todos lo hemos visto alguna vez. Lo que sí es una novedad es que la red Instagram parece estar preparando algo (la creación de una advertencia) para que los famosos o influencers lo pongan en aquellas publicaciones dónde estén promocionando algún producto.
Después de leer todo esto me pregunto qué sucede en nuestro país. ¿Por qué todavía no hay ningún organismo que controle este asunto. La Ley General de Publicidad como la Ley de Competencia Desleal consideran ilícita por engañosa a la publicidad encubierta. ¿Por qué no se ponen los medios para eliminar estas prácticas?
Es cierto que lo que yo denuncio aquí (la falta de claridad entre lo que es publicidad y lo que no lo es en mi pequeño mundo literario), no genera millones de beneficios. No es relevante (triste, aunque cierto). Pero creo que la transparencia y el buen hacer sí lo es y, cómo consumidores (sufridos lectores), deberíamos de exigir que se aclarase cuando una reseña, una crítica o una bonita foto, no es una recomendación del todo sincera, sino el resultado de una publicidad barata y manipulable.
En ese sentido me parece importante, ya que los blogueros, instagramers o influencers afectados no harán nada a menos que lo exija la ley, que quienes no ganamos nada ni lo hacemos por promocionar a nadie, sino por amor a los libros, nos desmarquemos y que digamos clarito que nuestra opinión no viene condicionada por nada.
¿Qué, te animas?
Enlaces de los artículos citados:
¿Quién vigila la publicidad encubierta que hacen las blogueras?, de Margalida Vidal.
La publicidad encubierta de las blogueras es delito en Estados Unidos, de Beatriz Barral.
Hola_!!
ResponderEliminarcomo siempre muy buena entrada. No es algo que nunca me haya planteado, desde el principio siempre tengo muy claro que cuando ha sido un envío de editorial (antes sí colaboraba) lo tenía que comunicar Y lo hacía justo debajo de mi nombre. Es algo que entiendo se debería dar por sentado. Cada vez me doy más cuenta de que no,
Un besote
Hola, Pepa!
EliminarYo antes estas cosas no me las planteaba, es la verdad, pero es que antes no había el mamoneo y el postureo que hay ahora. Todo eso me hace desconfiar y como desconfío, quiero las cosas claritas.
Un beso!
Hola eMe.
ResponderEliminarA mi me encantaría que todo aquel que obtiene libro de editorial p auto publicado lo indicara. ¿Te imaginas su Instagram? Algunas cuentas no tendrían ni un sólo libro propio, en todas las fotos pondría: esponsorizado, cedido, etc..
Me encanta como has traído el tema y lo bien documentado que lo has hecho, y espero que, más pronto que tarde, también se regule en nuestro país.
Beso grande.
Ojalá se hiciera, ojalá...
Eliminar