3/8/19

Sombra y estrella - Laura Kinsale


  

Llevo diez minutos delante de la página en blanco y, la verdad, no sé por dónde empezar. Tengo cosas buenas (muy buenas) y otras que... me han dejado un tanto pensativa.

SINOPSIS
Londres, 1887. Delegaciones de todo el mundo acuden a la capital británica para sumarse a los festejos por el jubileo de la reina Victoria. Y acompañando a la misión diplomática de las lejanas islas Hawái ha llegado un hombre enigmático. Atractivo, cultivado y rico, Samuel Gerard oculta tras una personalidad magnética las cicatrices de una infancia cruel. Únicamente la disciplina y el dominio de sí mismo han logrado apartarle de lo que él percibe como su lado más oscuro, donde habitan los deseos que ha estado reprimiendo hasta que entra en su vida Leda Étoile.


La edición que yo he leído es de 2006 y del sello DeBolsillo (la que podéis ver en la foto).



Aviso de que esta es una reseña que va dirigida a aquellas personas que ya han leído esta historia, ya que para comentar todo lo que quiero, voy a verme obligada, casi con toda seguridad, a destripar algunas partes. Si eres de los que busca reseñas para saber si lees o no lees, no sigas con esta. 


Cosas que valoro de manera muy positiva (y que me gustaría encontrar en más novelas románticas):

Consecuencia y coherencia. 
Los personajes son  —se expresan, se comportan y piensan— personas de la época en la que viven. Eso, además del estilo narrativo, es algo que ha conseguido que esta novela, según mi criterio, envejezca bien. Me explico. Cuando intentas mirar una historia ubicada en años pasados desde un prisma actual, fallas. El caso es que no puedes descontextualizar o, al menos, no debes hacerlo. Y si los actores de la trama no son naturales es difícil que creas a ojos cerrados, y eso hace que te cueste entrar en la trama. Aquí eso no ocurre, lo que sucede y cómo sucede es consecuente y, con toda probabilidad, seguirás viéndola así dentro de diez años.

Ambientación y documentación.
Aquí se ha hecho un gran trabajo para que el lector entre en la burbuja que conforma la atmósfera de la novela. Se describe todo de manera completa de forma que para el lector sea fácil moverse en el espacio en el que lo hacen los personajes. Quizá la parte que pasa Samuel Gerard fuera de Inglaterra tenga a veces demasiados términos extranjeros que, aunque están siempre bien explicados, son difíciles de retener. No son excesivos pero a veces desconciertan. 

Trama.
Buena parte de la novela alterna capítulos de la actualidad, 1887, con el pasado de Samuel: su educación, su instrucción y sus relaciones con los Ashlands (la familia que le acoge)... Eso, a veces, desconcierta (y fastidia) porque la historia del presente te empuja a querer saber, pero he de reconocer que gracias a esas interrupciones conoces mejor la personalidad del protagonista masculino.  

Argumento.
Interesante, bien hilado. Diferente, original. Una gran sorpresa. El jubileo de oro de la reina Victoria atrae a delegaciones de un buen puñado de países del Imperio. Leda, una simple modista, se verá relacionada con un ladrón que entra y sale de su habitación alquilada a su antojo y, a partir de ahí, la diversión del lector comienza y no queda otra, hay que leer.

Todo esto ya conforma una recomendación firme para que a todas aquellas personas a las que les guste el género lean esta historia. De verdad, es una novela que merece ser leída (y releída).

Pero... ¿Qué ha hecho que no me haya parecido tan redonda como debería?
Son un par de tonterías. Ya lo veréis si seguís leyendo.
Tengo un problema y es que leo formando en mi cabeza el puzle que me ofrece el autor. Me monto la historia como una gran panorámica y, si algo me falla (o pienso que lo hace), me desconcierta.

Aviso. Vienen los spoilers.

Al inicio de la novela, antes de que los protagonistas se encuentran cara a cara, el protagonista masculino entra en el dormitorio de Leda, según él, casi todas las noches, sin embargo, aunque lo reconoce, no nos dice por qué (a menos que yo me haya saltado alguna página). ¿Qué le lleva a trepar hasta él? Aún no se conocen. ¿La casualidad? Esperé y esperé que él dijera que la había visto antes, que algo la había llevado tras ella. Pero esa parte no llegó.

Escena final con la lucha de espadas.
¿De verdad les da tanto tiempo a los personajes a pensar y ver qué hacen los demás en una escena que, en tiempo real, no debe durar más de tres minutos? 
No es fácil recrear la acción. Hay que conseguir que los movimientos le den en la cara al lector, que se estremezca y sienta miedo y tensión con muy pocas líneas. Porque la acción es así: son bofetadas. Para mí lo mejor es verlo como si fuera una película. No puedes (o yo creo que no debes) convertir el momento en algo tan lento que acaba por tener a personajes colgados de barandillas a la espera de que un tiburón se los coma durante una eternidad. El efecto resultante puede ser exactamente lo contrario. 

La conclusión del libro.
La historia de amor entre los dos. No sé... Al final me parece que tiene un ligero matiz de frialdad. Es como si en él ganara la pulsión y no el amor. Y yo, yo soy romántica y ese puntito lo he echado un poco de menos.

Leedla. Merece la pena.

23/7/19

Irresistible - Lisa Kleypas

Yo quería iniciar una nueva etapa en el blog con un buen libro o al menos uno que me gustara (o que no me gustara pero al que pudiera hacer un buen comentario por su calidad), y no ha sido así. Esta novela la tenía en el kindle desde hace ni se sabe y pensé que, dado el nombre de la autora, sería una apuesta segura, pero no. Soy consciente de que este libro os gusta a muchas y que vais a poner el grito en el cielo, pero... la verdad es que yo no he podido terminarlo. 

Abandonado al sesenta y uno por cien.

Irresistible
LISA KLEYPAS

SINOPSIS

Soltera y todavía virgen, la novelista Amanda Briars no está dispuesta a recibir su trigésimo cumpleaños sin haber hecho el amor. Cuando Jack Devlin llama a su puerta, cree que se trata del regalo que se ha hecho a sí misma: un hombre contratado para una noche de pasión. Aunque algo impide a Jack dar rienda suelta al deseo, su determinación de poseer a Amanda no se detendrá...

Pero ella ansía la respetabilidad más de lo que está dispuesta a admitir mientras que Jack se niega a vivir conforme a las reglas de la sociedad victoriana.

Sus respectivos mundos colisionarán con una pasión que ninguno de los dos esperaba...


De la portada mejor no os digo lo que pienso, francamente, me parece una terrible elección. Y no solo porque el vestuario no esté a la altura, que quizá sea su mayor problema, sino porque ni  siquiera anticipa la época sobre la que vas a leer.

Cuando empecé su lectura, aparte de lo previsible de que, quién fuera a tocar a la puerta de Amanda Briars no sería quien aparentaba ser, y de lo poco verosímil que me pareció esa primera escena, quise creer que los personajes prometían: una escritora y un editor en plena sociedad victoriana. La premisa era estupenda, pero se quedó ahí. Amanda podía haber sido ama de llaves y Jack Devlin, por ejemplo, un deshollinador; sus profesiones no pasan de ser alto testimonial y apenas tienen peso en la trama. No logré sintonizar con ninguno de los dos.

Hasta donde yo leí, el único discurso que tiene la historia es la atracción sexual, y solo con eso, con un calentón, en mi opinión, es difícil sustentar una trama. Si se repite lo mismo una y otra vez, al menos yo empiezo a aburrirme.
Cuando ya casi tenía decidido abandonar, fui pasando páginas y páginas leyendo entre líneas para ver si había un giro, en un intento de darle una última oportunidad, pero nada. Con toda la tristeza del mundo tuve que buscar otra lectura. 

Spoiler
La escena de sexo del carruaje me hizo pensar (por lo extensa) que ella debía de vivir al menos en Escocia. La de cosas que pueden hacerse a pesar de un vestido de fiesta, con corsé incluido, dentro de un incómodo coche de caballos de camino a casa.
Irreal total.






31/10/18

¿Las reseñas deben cobrarse?

No tenía ningunas ganas de volver (me da pereza entrar en las redes, acabo viendo siempre las mismas cosas) por lo que no creo que este artículo sea el inicio de una continuidad, ahora mismo estoy leyendo poquísima Romántica, que es lo que reseña en este blog y últimamente me guardo mis opiniones; estoy con el umbral de confrontación muy alto y me afectan pocas cosas. Bueno, sí me afectan, pero hago la vista gorda.  
Hoy vengo porque he visto en las redes una conversación sobre uno de los conflictos literarios más viejos del mundo, la relación entre escritores y blogueros y si las reseñas pagadas son menos sinceras que otras, y aquí estoy para aportar mi granito de arena. 

Empecemos. ¿Las reseñas deben cobrarse?
Solo de pensarlo se me eriza la piel (hasta dónde hemos llegado), pero voy a intentar analizarlo con frialdad.

En las redes veo que se plantean muchas preguntas.
¿Los escritores usan al bloguero en su beneficio? ¿Son los blogs buenas plataformas para que te encuentren los lectores? ¿Se regalan libros de manera indiscriminada para conseguir visibilidad? ¿Las reseñas son buenas, bonitas y baratas? ¿Son los bloggers unos aprovechados? ¿Libro a cambio de reseña bonita? Y la bomba: Si es un trabajo, ¿se debería de cobrar por él? 

Creo que hay que matizar muchas cosas antes de dar las respuestas. Sobre todo porque hay muchos tipos de blogs y cuando generalizas saltan ofendidos por todas partes. Yo no voy a juzgar, solo a exponer una realidad que tenemos delante y que puede gustarnos más o menos, nada más. Pero para no llenar páginas y páginas necesito simplificar y, aunque seguro que hay miles de puntos intermedios, me veo obligada a resumir, no queda otra. 

Basándome en ese criterio de síntesis, a mi entender hay, principalmente, dos tipos de blogs:

1. El de carácter personal.
Su autor escoge lo que quiere contar (y cómo quiere hacerlo). Su aportación es desinteresada, incluso llegando hasta el punto de organizar iniciativas por el bien de un colectivo. Solo porque sí, porque ama los libros y le nace. Nadie le dice qué ha de leer, no sigue modas sino su instinto. Su bitácora es solo una voz, un desahogo, una forma de compartir y contactar con otras personas que tienen los mismos gustos. Puede ser exquisito, bueno, malo o mediocre. Su grado de implicación también puede variar. 
Los blogs realmente buenos suelen ser espacios muy personales, únicos e incluso, pueden llegar a ser excepcionales, pero son una minoría. Ser original no está al alcance de todo el mundo. 

2. El blog montado como negocio.
Aquí hay muchos modelos de negocio en función de quién sea el administrador y cómo haya decidido organizarse. Algunos buscan ingresos, otros reconocimiento, otros leer gratis. No tengo nada en contra de esto, pero como en cualquier negocio, algunos son lícitos y otros no. 

Hay blogs que nacen para leer de forma gratuita. Generalmente se apoyan entre ellos para aumentar seguidores y conseguir así que las editoriales les envíen libros. Como se crean para beneficio propio, las reseñas suelen ser comentarios que cumplen expediente y que solo les sirven para salir del paso, con lo cual es fácil identificarlos. Además, suelen olvidar que escriben para sus lectores y se dedican a inflar los comentarios para continuar retroalimentándose; si el autor o la editorial quedan contentos, reciben más libros. 
El sistema debe de funcionar, cada vez hay más.

Blogs que reseñan a cambio de un pago (normalmente en especies —la novela en cuestión—, aunque también puede ser de tipo monetario, lo vi el otro día en un comentario y me quedé muerta).  Supongo que muchos de ellos empezarían como blogs personales e irían evolucionando a este otro modelo. Están muy extendidos, es lo que más te encuentras si te das un paseo por las bitácoras, por lo que se deduce que funciona. Pero, aunque sea a través de un contrato verbal, no hay que olvidar que lo que ofrecen es una transacción comercial. Lo normal es que sea es el autor o la editorial quien contacte con el bloguero, pero también puede darse al revés.
A partir de aquí, yo expongo lo básico, cada cual que saque sus conclusiones, la reseña que salga de todo esto depende mucho del amor propio del bloguero y de su forma de trabajar. Algunos se preocupan de hacer un buen análisis, explicando lo bueno y lo menos bueno, buscan comparaciones y relación con otros libros del autor o del género, y otros, simplemente, cumplen expediente.
Es una forma de publicidad. Uno contrata y el otro cumple. Nada más. 


Y ahora que he aclarado esto empiezo a responder a las preguntas que escribí más arriba.

¿Los escritores se aprovechan de los blogueros?
Yo creo que no, aunque podamos (voy a usar el plural aunque yo no me veo dentro de este grupo) parecer víctimas del sistema —los que trabajan y sacan el género adelante por casi nada—, quienes realmente tenemos poder de decisión real somos los administradores de los blogs. Nuestro espacio es nuestra casa y allí podemos decir y hacer lo que consideremos en cada momento, tanto si se cobra  por las reseñas como si no se hace.

¿Son los blogs buenas plataformas para que los lectores encuentren a los autores? 
Quizá lo fueron en su momento, pero hoy en día hay tantos que veo al lector un tanto disperso. Y hay algo quiero dejar claro, que haya un número elevado de seguidores no asegura que aparecer en determinados blogs tenga la difusión deseada; hay muchos números inflados por sorteos y regalos. Pero si es verdad que si se elige bien la bitácora y el pago es un ejemplar, es una forma de publicidad barata. Eso sí, cuidado, puede salirte carísima si luego te encuentras una reseña plana y llena de faltas que ni siquiera puedes compartir. Lo suyo es elegir bien.

¿Se regalan libros de forma indiscriminada para conseguir visibilidad?
Sí. Generalmente quienes lo hacen suelen ser editoriales con un buen respaldo económico porque para conseguir el efecto tienen que ser muchos los envíos en un espacio corto de tiempo. A ellos les sale barato el envío y el ejemplar y, aunque las reseñas que se consigan sean un poco clones, que se comparta una portada en las redes porque un blog haya publicado una crítica o booktubers o instagramers suban sus unboxings, es una forma de que ese libro «se vea». Es publicidad.

¿Las reseñas son buenas, bonitas y baratas?
Pues que sean buenas y bonitas depende de muchas cosas, pero la principal es de quién las escribe. En cuanto a baratas, según se mire, desde luego es más económico que poner un anuncio de página entera en el Marie Claire.

¿Son los bloggers que cobran unos aprovechados?
Pues no, no tienen por qué. Es verdad que hay gente que reseña y comparte porque le nace hacerlo, pero quienes lo hacen a cambio de un ejemplar no son mala gente, solo dan un servicio y buscan algo a cambio. Además puede que hagan un trabajo fantástico. Lo que ocurre es que las malas prácticas de algunos han conseguido que se les mire a menudo con otros ojos.

¿Libro a cambio de reseña bonita?
Ante todo debería de ser sincera, pero ahí ya entra la conciencia de cada uno.

Conclusión: Si es un trabajo, ¿se debería de cobrar por él?
Es obvio que para muchos lo es (lo ven de ese modo) y, si lo han transformado en un trabajo, es lógico que lo cobren. ¿No le pagas a Facebook por publicidad? Pues esto es lo mismo.

***

A pesar de intentar verlo de la manera más aséptica posible, no me convence el cariz que está tomando todo esto, como usuario me siento un poco marioneta, engañado la mayor parte del tiempo, pero como puedes ver, todo está permitido, hay mil modelos que funcionan y que están ahí para que tú (escritor o bloguero) elijáis. Ahora bien, como lector, al bloguero/trabajador le digo que no me engañe y que no pregone a los cuatro vientos que lo que hace es por amor al arte, por el bien del género o por apoyar al autor (Si quieres apoyarle compra el libro). Y si escribes las reseñas a cambio de una remuneración, aunque lo hagas desde la sinceridad más absoluta, es publicidad y quiero saberlo. Estás «cobrando» por ello y, por ley, debes informar a los usuarios, de otro modo caes en la publicidad encubierta y eso puede traerte un disgusto. Así que si eres de los bloggers que dicen hacer reseñas sinceras, la mejor forma es siendo sincero desde el principio.

Y si crees todo esto que te cuento no va contigo: mira esto.